Esta tendencia es conocida desde hace mucho tiempo, y ha solucionado el cerramiento de los muebles durante años. Resulta cómoda, decorativa y económica. Se trata de cerrar los muebles con diferentes estilo de cortinas, bien sustituyendo a las puertas, bien complementándolas cuando son de cristal.
Cualquier mueble de almacenaje es susceptible de ser cerrado con unas cortinas para ocultar a la vista lo que tiene dentro o para evitar que el polvo o la suciedad penetre en su interior. Es el ejemplo de este mueble-mesilla.
Las cocinas rústicas, con muebles de obra, suelen llevar este tipo de cortinas muy a menudo. Basta con colocar una barra de lado a lado, bajo la encimera, y colgar unas “faldas” cortas que lleguen hasta el suelo.
¿Y qué decir de los muebles de madera para el baño? Mirad lo bonito que queda éste de estilo clásico, con las finas cortinas de hilo crudo combinadas con el tono nogal de la madera.
Los armarios son otra opción. Podéis poner unas puertas de cristal y por el interior, colgar unas finas cortinas semitransparentes en blanco u otro color, eso sí, mejor muy claro. Os quedarán así de decorativos.
Antes y después: una estantería comprada en un centro de bricolaje se transforma, con un tinte nogal y un estor (y algo de imaginación), en este fantástico mueble expositor.
Imágenes / Decoactual, Cocina Actual, Apartament Therapy, Casadiez, Yo llego a Fin de Mes.
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