Decorar un salón con varios tipos de estampados no es una tarea fácil. Tener cuidado con la combinación es lo más importante, porque si no se tiene éxito, el final puede resultar totalmente contrario a nuestra idea inicial.
Primeramente hay que tener en cuenta que “los opuestos se atraen“. La escala es el primer punto a mirar cuando se mezclan patrones. Combina una gran impresión con una pequeña, o cuadros con flores con estampados de cachemira; todos se complementarán, cosa que los patrones similares entre sí no lograrán.
Debes ubicar un punto de coincidencia. El color es el segundo punto a tomar en cuenta en la unión de patrones. Para mezclarlos, hay que encontrar hallar un punto donde uno o dos colores coincidan; si el tercer patrón tiene un nuevo color, podemos continuar desde allí. Ten en cuenta que dos patrones pueden resultar suficientes, pero la adición de un tercero quitará la monotonía.
Otra de las opciones es continuar el patrón con su color análogo. Si no tienes muy claro los análogos, puede serte útil utilizar el círculo cromático y elegir los colores ubicados a los lados del color primario.
Por último, el tercer punto a tener en cuenta, es que la intensidad de los colores de todos los patrones sea la misma, de lo contrario se creará un estrés visual, donde uno de los patrones se “robará” toda la escena.
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